Con Alex Bárdelas
El lanzado de revés –lance lateral izquierdo- es una asignatura que le resta a la gran mayoría de pescadores. Bien por comodidad o porque no es un lance habitual, no deja de ser muy interesante y casi obligado en muchas ocasiones. En los ríos, nos encontramos todo tipo de orografías, que en bastantes ocasiones nos obliga a cambiar de orilla. Estamos acostumbrados a pescar la orilla derecha aguas arriba, pero cuando nos toca la izquierda…ahí es donde se estrellan la gran mayoría de mosqueros. Que hacer?, dejarla y buscar otra más cómoda o pescarla en lance de revés?
No es fácil explicar en palabras como se ejecuta este lance que a la postre es sumamente sencillo siguiendo unos parámetros que trataré de aclarar. Lo más importante a la hora de ejecutarlo, es ralentizar todos los movimientos. Los falsos lances y las cadencias para que cargue la línea serán más dilatados en tiempo. Si lo hacemos al mismo ritmo que el lance tradicional –lance lateral derecho- tendremos un montón de enredos, nuestra moscas pegará contra la caña una y otra vez desquiciándonos. Es por lo tanto obligada la concentración y el buen ritmo de los movimientos. Si la caña varía su trayectoria en los distintos falsos lances, delanteros y traseros, si no respetamos el movimiento “paralelo al agua”, el enredo está cantado…
El mayor problema que nos encontraremos al ejecutar este tipo de lance radica en el abanico que describirá la punta de la caña. Es decir, la punta de la caña mientras representa el abanico entre las once y la una –bucle muy cerrado- siempre tiene que discurrir en una línea recta y nunca en forma de comba, tanto hacia abajo como hacia arriba, este es el verdadero problema. Cuando hablamos del horario en que se moverá la puntera de la caña siempre pensamos en una media curva, una esfera del reloj, pues no, esto es una referencia. Imagínate que estiramos dicha esfera del reloj en una posición plana, este será el camino para entendernos. Además de lo dicho si no queremos que la línea “pegue” continuamente contra el agua en el falso lance delantero, tenemos que mantener dicho abanico paralelo al agua.
La caña se sujeta con el brazo alto, y la muñeca a la altura de la cara, el carrete siempre mirando al frente como podemos ver en la fotografía. Con la mano, sujetando fuertemente la caña y sin doblar en ningún momento la muñeca, realizamos el lance. Como ya dije será con un bucle muy cerrado. En el falso lance trasero, la muñeca que sujeta la caña llegará a la altura de los ojos, este es el “lance de revés alto” pues la línea vuela por encima de la cabeza. Pero no solo hay este tipo de lance de revés, también tenemos otro que se denomina “lance de revés bajo”.
El lance de revés bajo es más difícil de ejecutar, la línea discurre a la altura de nuestro hombro y para ello tenemos que tener el brazo y el codo bastante más alto al tiempo que “picamos” con la caña hacia abajo. Es una posición medio inclinada de la caña, “codo alto y caña descendiendo”.
Si para explicar el lance de revés, ya es bastante difícil, imagínate este…lo mejor es verlo ejecutar que explicarlo en palabras. Por lo menos os queda una referencia…
Si os sirve de consuelo decir que este niño de tan solo doce años, en un par de horas realizaba los dos lances de una manera ejemplar e incluso tuvo subidas de truchas que falló. Ahora lo que le toca es seguir practicándolo para dominarlo en su totalidad. Añadir también que las posadas con este tipo de lance son mejores que con el lance tradicional. El motivo es la concentración que requiere este lance que nos obliga a no cometer errores dando como resultado “mágicas posadas”. Insisto, este es el problema fundamental, concentración para una buena sincronización, si no lo haces así te puedes trastornar…