El fin radicaba en poder presentar una ninfa de escaso peso y de una manera natural en todas las distancias sin perder la tensión del hilo, pues el uso de líneas tiende a combarse por su propio peso y esto hace muy difícil detectar la picada. Aquí es donde hace la aparición de pescar al “hilo”, que es un nailon de un grosor del 0/16.
Esta modalidad es la más efectiva, superando a la mosca seca y se puede practicar durante toda la época de pesca.
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